Cuando piensas en la masturbación, seguramente tu mente se transportará a esa época, probablemente en la adolescencia, cuando era un tema algo tabú (sobre todo si eres chica) o motivo de risas con los amigos (sobre todo si eres chico). Pero, ¿te hablaron tus padres alguna vez de la masturbación? ¿Te enseñaron algo en el instituto? La respuesta más probable será NO. Te alimentaste de una mezcla de mitos urbanos e información en televisión y cine.

Y ahora que ya eres mayorcito… ¿qué opinas sobre la masturbación? ¿Crees que puede haber alguien que “se masturbe demasiado”? ¿Puede eso afectarte físicamente? ¿Crees que está mal masturbarse teniendo pareja? Vamos a tratar de responder a esas preguntas y algunas más que quizás ni te hayas planteado 😉

A estas alturas de la película debería estar más que claro que la masturbación NO tiene consecuencias negativas para nuestro cuerpo y mente. ¡Todo lo contrario! Masturbarte tiene efectos más que positivos para tu organismo. Entre ellos, la liberación de las famosas endorfinas, unas de las hormonas del placer. Te sentirás más feliz, dormirás mejor, estarás más relajado/a… y no solamente eso. Además, aprenderás a conocer tu cuerpo y tus gustos.  

Deberías, de hecho, explorar todo tu cuerpo, no sólo los genitales. Acaríciate, rózate, descubre qué zonas son más sensibles, cuáles te provocan excitación y cuáles no. Varía el ritmo, la intensidad y la presión. Como decía en el punto anterior, la masturbación es una oportunidad para conocerte mejor y de esta forma podrás guiar a otra persona hacia lo que más te gusta. ¡El conocimiento es poder! Y en este caso, el poder es placer.

Ahora que sabes que la masturbación no tiene consecuencias negativas si no que, además, aporta numerosos beneficios a tu cuerpo y mente, es fácil predecir que masturbarte a diario o incluso más de una vez al día o más no tiene nada de malo. Pero, ¡ojo! Siempre hay excepciones. Esta práctica no debe interferir con tus actividades diarias. Si detectas que la masturbación está causándote problemas en el trabajo, con tu entorno, o incluso estás dejando de hacer otras actividades por masturbarte… pídeme ayuda. En terapia podremos averiguar las causas de esta situación y encaminarla hacia una práctica más saludable.

Es muy común experimentar sentimientos de culpa después de practicar la masturbación. No debes preocuparte, la cultura nos ha programado para que esto ocurra y le ocurre a más de un 50% de las personas que se masturban. Tener pareja no significa que debas dejar de autocomplacerte. No es una infidelidad, ni quiere decir que tu pareja no sepa satisfacerte. La masturbación es un momento para ti y tu placer, nada más allá. De hecho, un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Sex Education and Therapy afirma que las mujeres que se masturbaban disfrutan de matrimonios más felices en comparación con las que no lo hacen.

No obstante, si este tema está generando un conflicto en vuestra pareja, consultad con un profesional. Con la terapia de pareja podremos abordar este tema y encontrar el modo de resolverlo.

¡Claro! Se recomienda, de hecho, el uso de lubricantes para lograr una mejor estimulación y evitar también alguna irritación en la piel que puede ser consecuencia del roce sin lubricación. Te excitará la sensación y además estarás previniendo molestias futuras. Además, no sólo puedes contar con el uso de lubricantes, también puedes usar juguetes para aumentar el placer: dildos o vibradores son una opción estupenda si eres mujer, y si eres hombre… ¿has oído hablar de los huevos Tenga? 😉

Al igual que no hay un límite por arriba (salvando los casos en los que interfiera en las actividades de la vida diaria) tampoco lo hay por abajo. Eres libre y por lo tanto puedes decidir no practicar la masturbación si no te sientes atraído/a por ella. Pero (sí, siempre hay un pero), es conveniente analizar las causas por las que no sientes deseos de masturbarte. ¿Simplemente no te gusta, te aburre? Quizás deberías probar nuevas técnicas. ¿Te genera rechazo o ansiedad? Es necesario explorar esto más a fondo. La terapia sexual te ayudará a averiguar el por qué y encaminar tu vida sexual hacia un plano más satisfactorio y saludable.