Quizá creas, como muchas mujeres, que a partir del climaterio (o a partir de la menopausia), tus relaciones íntimas se van a ver negativamente afectadas. Es posible que tengas la idea de que, de repente, te despertarás un día y comenzarás a sufrir terribles síntomas que te impedirán disfrutar de tu sexualidad.

Que sufrirás sofocos, cambios de humor, una bajada estrepitosa de tu deseo sexual, sequedad vaginal, incluso que te saldrá vello facial como para parar un tren. STOP. Los mitos sexuales siguen haciendo mella incluso en esta etapa, y te aconsejo que estés alerta y que te mantengas bien informada si no quieres caer en el alguno de ellos.

Pero, vamos a ir por partes.

¿Es cierto que a partir de los 50 años tu cuerpo experimentará ciertos cambios biofisiológicos que pueden afectar a tu sexualidad? Sí. Y estar al tanto de ello te puede ayudar a estar psicológicamente preparada, y a saber gestionarlos para que no se conviertan en una fuente de malestar.

Pero, ¿cuáles son esos cambios?

• Tu vagina puede empezar a estar menos elástica, sus paredes se adelgazan y cambian de color a un rosa más pálido; asimismo, disminuye progresivamente su tamaño. El epitelio vaginal más fino se puede inflamar o ulcerar con más facilidad. Al adelgazarse las paredes vaginales, las formaciones contiguas de la uretra y vejiga pueden irritarse mecánicamente con el coito. Por esto, algunas mujeres se pueden quejar de una sensación urente hasta 2 o 3 días después del contacto sexual y pueden aparecer deseos urgentes de orinar tras el coito.
• Disminuye la lubricación; esto puede ocasionar sensación de sequedad, picores en la vulva y la vagina, que pueden llegar a ser incómodos en la relación sexual con penetración.
• El clítoris está más expuesto, ya que existe una involución de los labios mayores.
• La reducción de la flora de Döderlein y la elevación del pH pueden favorecer las infecciones vaginales.
• La fase de excitación es más lenta, aumenta el tiempo necesario para llegar a la fase de meseta de la respuesta sexual.

¿Significan estos cambios que tu satisfacción sexual va a disminuir? No necesariamente.

La vitalidad de las relaciones sexuales es muy variable de unas personas a otras. Y depende tanto de factores anteriores al climaterio como de las estrategias que se utilicen para afrontar estos cambios.

¿Qué factores realmente pueden estar interfiriendo en tu satisfacción sexual?

¿Esto qué significa? Que posiblemente, durante tus encuentros íntimos, los protagonistas han sido vuestros genitales, en lugar de darle a la globalidad del cuerpo la importancia que se merece. Si vuestras prácticas se han basado en la penetración y han estado centradas en tu vulva y tu vagina, descuidando el resto del cuerpo, es muy normal que ahora sientas que vuestros encuentros no son tan satisfactorios, puesto que los principales cambios a nivel físico se dan en los genitales (tanto femeninos como masculinos).

Como consecuencia de años de relaciones íntimas centradas en los genitales, desconoces cómo obtener placer a través de otras partes de tu cuerpo. No tienes explorado tu mapa del placer (pincha aquí y descubrirás algunas pistas). El cambio de chip es totalmente necesario si quieres que tu vida sexual sea todo lo satisfactoria que te mereces.

Si no tienes una comunicación fluida con tu pareja, la situación puede tornarse más complicada, si cabe. El malestar sexual puede llegar a extenderse a otras áreas de la pareja. Por ejemplo, puedes llegar a rechazar muestras de afecto, que sí te apetecen, pero que prevés como el inicio de un encuentro íntimo, y que intentas evitar para no llegar a la relación genital: “no dejo que me bese”, “rehúyo si me abraza”, “me voy más tarde que él a la cama…”.

En resumen, si a lo largo de tu vida has disfrutado de unas relaciones sexuales placenteras, bien ajustadas, con una buena comunicación, es más probable que busques soluciones a los cambios o posibles problemas que pueden aparecer en esta etapa y continúes disfrutando de tu relación, sin que aparezca alteración de los patrones de la sexualidad. Te conoces, sabes lo que te gusta, te sientes segura y capaz para afrontar lo que venga, y tanto sola como acompañada sabes que eres libre de seguir experimentando con tu cuerpo sin importar el número que indique tu DNI.

Pero, si la insatisfacción sexual ha sido norma, si la sexualidad se ha vivido como una carga, es probable que utilices la menopausia como una «excusa» para librarte de ella, produciéndose una disminución del impulso e incluso una intolerancia hacia cualquier forma de actividad sexual. No es que tu sexualidad haya empeorado con la llegada de los 50, es que nunca te ha satisfecho, y ahora ves el momento perfecto para desterrarla del todo, para tirar la toalla.

Sea cual sea tu caso, no dejes de aprender, de explorar, de informarte, de conocer, de disfrutar. A lo largo de la vida has pasado por muchos cambios, tanto físicos como psíquicos, y estoy segura de que los has afrontado con valentía y éxito. Ahora no tiene por qué ser diferente. Aprovecha tu potencial, tu madurez y tu experiencia para elevar al máximo nivel tus momentos de placer.

Y, si no sabes cómo afrontar estos cambios, o sientes que las cosas no están yendo como te gustaría, no mires hacia otro lado. Busca ayuda, háblalo. Escríbeme.