Seleccionar página

El Blog

Tres motivos por los que aún mantienes una relación destructiva

por | Nov 20, 2019 | Terapia de Pareja | 0 Comentarios

Tres motivos por los que aún mantienes una relación destructiva

Al leer el título de este post, inevitablemente habrás pensado en sinónimos como “relación tóxica”, “dependencia emocional”, e incluso “maltrato psicológico”. Y todo esto puede ser cierto.

Damos por hecho, casi de forma automática, que las personas que no se desligan de una relación poco satisfactoria es debido a una gran dependencia que les impide continuar su vida en soledad.

Pero debes tener claro que, aunque en muchas ocasiones vayan de la mano, mantener una relación destructiva no siempre es sinónimo de dependencia emocional. En muchas ocasiones no la hay y el problema es que no nos planteamos si estamos bien o no, si es lo que queremos o no y si quizá deberíamos hacer un cambio. A lo mejor no tenemos ninguna dificultad en dejar la relación si vemos que no funciona, pero ni tan siquiera llegamos a plantearnos esta cuestión. Hemos interiorizado y normalizado el malestar.

Lógico. En la mayoría de los casos, nadie nos enseña a reflexionar sobre el amor y las relaciones. Nadie nos ayuda a establecer nuestros límites, a profundizar sobre lo que nos hace realmente felices y lo que no. Buscamos de un modo incesante amor, aprobación, admiración, pasión… olvidando que es imposible que nazca el amor entre dos personas que están en lucha constante o enfrentándose todos los días.

Una relación destructiva no es más que aquella que nos destruye emocionalmente. Estas relaciones generan desgaste y hasta tortura emocional.

Lo ves claro, ¿no? Entonces, ¿por qué sigues en ella?

No has identificado aún tu relación como tóxica

Gran parte de “culpa” la tienen los famosos mitos del amor romántico. Esas ideas que han echado raíces dentro de ti y han ido floreciendo con el paso de los años, haciéndote ver que el amor es un jardín maravilloso lleno de flores frescas y aroma dulce, pero que para poder gozar de esos beneficios debes soportar el dolor de las espinas y sangrar como si no hubiera mañana.

Estas creencias de dolor y lágrimas son las que nos hacen normalizar y percibir como sanas muchas conductas dentro de una relación que, en realidad, no lo son.

Conocer y desmontar estos mitos y estas creencias nos ayudará a identificar rápidamente a personas aún ancladas en ellos, y será el primer paso para evitarlas y aprender a construir relaciones más sanas.

No has trabajado en tus objetivos, en tu forma de relacionarte, en lo que es el amor para ti y en lo que esperas de una relación.

En menos palabras: poco autoconocimiento.

Sí, soy un poco cansina con esto. Te he hablado del autoconocimiento por activa y por pasiva, y no me cansaré de hacerlo.

Si no te conoces, nunca sabrás lo que realmente deseas y te satisface en una relación. Y te dejarás llevar por la visión de otra persona, por sus creencias, sus necesidades, sus prioridades. Pensarás que su forma de ver una relación es la buena, y la harás tuya.

Por eso es tan importante que empieces a invertir tiempo en ti, antes de hacerlo en otra persona. Y digo inversión porque realmente lo es. No pierdes el tiempo cuando decides pasar una temporada sola, cuando decides viajar sola o apostar por un sueño o un proyecto sin la aprobación de nadie. Así es como comenzarás a construir tu propia identidad y tu propia versión de una relación saludable para ti. Y así es como tendrás asentada la base para poder compartir esa visión con otra persona.

No estás tomando responsabilidad de tu autoconocimiento y tu autoestima

Cuando eres consciente de lo que has vivido y de dónde vienes, ya puedes comprender mejor porqué ahora eres como eres. Por qué te sientes insegura, por qué te comparas con los demás, por qué sientes que eres inferior, que no eres suficiente, o por qué te has vuelto adicta al afecto, a tener a alguien siempre a tu lado para que te de cariño o lo que es peor, por qué no sabes estar sola.

Cuando nos damos cuenta de todo esto y ya lo vemos, no podemos seguir con nuestra vida como si nada. Ya nada es igual. En este momento hay que responsabilizarse y tener claro que no somos víctimas de las circunstancias o de aquello que nos tocó vivir, sino que somos responsables de lo que haremos a partir de este momento. Cuando ya sabemos dónde está el barranco, éste deja de ser excusa para seguir tropezando en él. Ya podemos esquivarlo. El barranco seguirá estando en el mismo sitio, pero nosotros podemos decidir hacer otra ruta y no caer de nuevo en él. Esto es lo que debemos hacer con nosotros. Tenemos que tomar decisiones nuevas teniendo claro que el cambio, depende única y exclusivamente de nosotros.

Tomar responsabilidad es decidir a tu favor. Es no resignarte con una situación que no te gusta y que te hace daño, porque sabes que tienes otras opciones mejores para ti. Responsabilizarte es dejar de quejarte, dejar de comportarte como una víctima y recuperar el control porque sabes que es tuyo.

¿Empiezas a entender de qué va todo esto?

Estar viviendo una relación destructiva no va de lo que el otro te hace, de cómo el otro te hiere, de lo que el otro dice en tu contra… va de lo que tú decides hacer con la situación, con el otro, y contigo. De nada te servirán las estrategias para que tu pareja cambie (seguramente ya has intentado algunas, y han fracasado, ¿verdad?), porque tu cometido no es responsabilizarte de las acciones de tu pareja ni de su comportamiento. Tu cometido es responsabilizarte ya de lo que tú estás haciendo con tu relación y con tu vida.

Lo entiendo, no es fácil. Por eso estoy aquí. Para que no tengas que hacerlo sola. Para ayudarte en tu proceso de conocimiento, de toma de decisiones, de puesta en marcha. Para darte la mano y acompañarte en el camino que elijas tomar. Y para verte triunfar y felicitarte por ello.

¿No tienes ganas de empezar? Porque yo sí. Escríbeme.

info@anacruzpsicologia.es

Contáctame Online

Ana Cruz

Psicóloga Sexóloga

Yo te ayudaré. Disfrutar de una vida emocional y sexual plena…
¿Te imaginas que lo consigues?

También te puede interesar…

Cuando nuestro deseo no es el mismo

Cuando nuestro deseo no es el mismo...“Le quiero, y me sigue gustando, pero ya no me apetece como antes” “Estoy agotada, el trabajo, la casa… lo último en lo que pienso cuando acaba el día es en el sexo” “Es que la mayoría de veces me apetece más un abrazo o unos...

Quiero perdonar, pero ¿por qué me cuesta tanto?

Quiero perdonar, pero ¿por qué me cuesta tanto? La vida cotidiana nos ofrece, de forma frecuente, oportunidades diversas en las que nos es posible perdonar o ser perdonadas. Y el número de oportunidades aumenta considerablemente si tenemos pareja. Cuanto más te...

¿Tienes dudas?

Contacta conmigo rellenando el cuestionario y te resolveré encantada todas las preguntas que te hayan podido surgir

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.