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Los 5 mitos más frecuentes sobre el poliamor

por | Ago 4, 2019 | Terapia de Pareja | 0 Comentarios

Los 5 mitos más frecuentes sobre el poliamor

Si alguna vez te has planteado la posibilidad de explorar el mundo amoroso más allá de la monogamia, te habrás encontrado algunas barreras en forma de supuestos que habrán hecho de diques de contención de tus ansias exploradoras. Mitos que te impiden evolucionar, que te generan dudas acerca de las relaciones y la visión que tienes ahora de ellas.

A todos nos han enseñado que sólo hay una manera de relacionarse: el matrimonio heterosexual monógamo para toda la vida. Es la única manera correcta, es lo normal y natural. Y si tus deseos no caben dentro de estos límites, careces de moral, tienes problemas psicológicos y/o vas contra natura. 

Hoy te traigo algunos de esos mitos dominantes que hemos oído y asumido a lo largo de nuestra vida, y que posiblemente has llegado a la conclusión de que, además de falsos, pueden ser destructivos de nuestras relaciones y nuestras vidas si tu propósito es iniciarte en el universo del poliamor.

“Medimos la moral de una persona poliamorosa, no por el número de parejas que tiene, sino por el respeto y cuidado con el que las trata” 

Dossie Easton

Las relaciones monógamas a largo plazo son las únicas relaciones reales.

La monogamia para toda la vida como ideal es un concepto relativamente nuevo en la historia del ser humano. No hay nada que se pueda conseguir en una relación monógama a largo plazo que no se pueda conseguir sin estar en ella.

Las personas que creen en este mito pueden sentir que tienen un problema si no están en una pareja a largo plazo, si prefieren seguir siendo autónomas, si se descubren a sí mismas amando a más de una persona a la vez, si han intentado una o más relaciones tradicionales y no ha funcionado. En lugar de cuestionar este mito, se cuestionan a sí mismas: ¿Estoy incompleta? ¿Dónde está mi otra mitad? Este mito les enseña que, estando solas, no son lo suficientemente buenas.

Debemos preguntarnos si la monogamia es la única opción aceptable, la única forma de amor verdadero, ¿son esos acuerdos realmente consensuados? ¿O son fruto de una elección que no es realmente consciente y meditada?

El amor romántico es el único amor auténtico.

A lo que se le llama amor romántico en nuestra cultura parece ser en muchas ocasiones un embriagador cóctel de lujuria y adrenalina, avivado con incertidumbre, inseguridad, quizás incluso peligro. Este tipo de amor puede ser emocionante e incontrolable y a veces muy divertido, pero no es el único tipo “real” de amor, ni siempre es una buena base para iniciar una relación.

En palabras de George Bernard Shaw: “Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, insensata, ilusoria y efímera de las pasiones, se les pide que juren que se mantendrán en ese estado excitado, anormal y agotador continuamente hasta que la muerte les separe”.

Si tú concibes las relaciones amorosas de una forma diferente, tendrás claro que es posible mantener una o varias relaciones basadas en otros conceptos diferentes a los típicos del amor romántico.

Amar a alguien significa que está bien controlar su comportamiento.

Este tipo de razonamiento territorial está pensado, creemos, para hacer que la gente se sienta segura, pero no creo que nadie tenga derecho, y mucho menos la obligación, de controlar el comportamiento de otra persona adulta.

El antiguo razonamiento “oh, ¡está celoso, debo importarle de verdad!”, o la escena en la que la chica se enamora cuando el chico noquea al pretendiente rival, son síntomas de unos límites personales erráticos que pueden acarrear mucha infelicidad.

Que nos traten de un modo controlador y limiten nuestro comportamiento no nos hace sentir seguridad y tranquilidad, nos ahoga y nos cabrea. Por ello, cuando te planteas abrir tu relación, debes tener claro que el control debe quedar totalmente descartado tanto por tu parte como por parte de tu pareja principal. La honestidad, la comunicación, la sinceridad y la confianza deben ser los cimientos principales.

Los celos son inevitables e imposibles de superar.

Los celos son, sin duda alguna, una experiencia muy común (lo que no significa que deba ser aceptada, ni que sea positiva), tanto que a la persona que no siente celos se la ve rara, inusual. Pero a menudo la situación que causaría unos intensos celos a una persona puede no ser algo tan importante para otra.

Pero bien es cierto que muchas de las situaciones en las que nos decimos “eso debería/no debería ser así” que llevan a sentir celos pueden ser desaprendidas y que desaprenderlas es, muy a menudo, un proceso útil y necesario si deseas una relación que no sea monógama.

Te llevará algo de tiempo pero es un proceso necesario para que tu proceso de apertura al poliamor sea exitoso. 

Las relaciones externas reducen la intimidad de la relación principal.

Solemos creer que cuando un miembro de una pareja que era feliz tiene una aventura, es síntoma de un conflicto no resuelto o de necesidades no satisfechas que deben ser abordadas dentro de la relación principal. Y, por supuesto, esto es cierto en muchas ocasiones, pero no siempre es así y es un mito que no permite estilos de vida abiertos, constructivos y con posibilidades de desarrollarse.

Muchas personas tienen sexo fuera de sus relaciones principales por razones que nada tienen que ver con ningún tipo de conflicto con su pareja o deficiencia en la relación. Puede que la aventura sea simplemente la continuación de una atracción emocional y/o física hacia alguien aparte de la relación principal. O quizás cubre otras necesidades como las ganas de sexo físico sin las complicaciones o inconvenientes de las relaciones, o de tener sexo con alguien de un género distinto del de la propia pareja, o de sexo en un momento en que no está disponible de otra manera.

Una relación externa no tiene que restar nada a la intimidad que compartes con tu pareja excepto si se lo permites.

Así que, en esta realidad del poliamor un poco desconcertante en la que todo lo que te contaron tus familiares, tu pareja, la televisión o tu entorno es posiblemente falso, ¿cómo encuentras nuevas creencias que apoyen tu nuevo estilo de vida?

Abandonar los antiguos paradigmas puede dejarte un vacío que da miedo. Es cierto que no necesitas los viejos mitos pero, ¿qué vas a poner en su lugar? Te animo a que busques tus propias verdades en tu camino hacia el poliamor pero, si actualmente te encuentras en una relación de pareja cerrada, no olvides que la honestidad, la claridad, y una comunicación basada en la sinceridad y el cariño serán imprescindibles para que todo fluya.

Infórmate, busca testimonios con los que puedas sentirte identificad@, y si crees que el inicio de este nuevo estilo de vida puede acarrearte muchas dudas y confusiones, busca ayuda profesional, solicita terapia individual o de pareja para que pueda ayudaros a caminar de la mano por este nuevo camino sin miedos.

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Ana Cruz

Psicóloga Sexóloga

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