Seleccionar página

El Blog

¿Por qué nos dan miedo nuestras emociones? Descubre cuál de estos tres motivos te está bloqueando

por | Nov 11, 2019 | Terapia Individual | 0 Comentarios

¿Por qué nos dan miedo nuestras emociones? Descubre cuál de estos tres motivos te está bloqueando

t

¿Sabes identificar y gestionar tus emociones? ¿Conoces realmente la importancia y el impacto que tiene en tu vida el conocimiento de tu mapa interior y de tus emociones?

Seguramente, a lo largo de tu vida, te hayas encontrado en situaciones en las que has sentido que perdías el control, que no eras capaz de dominar tus sensaciones y sentimientos, que los acontecimientos te pasaban por encima como un tsunami y tu cuerpo reaccionaba guiado por el piloto automático, mientras tú, impotente, mirabas desde la barrera cómo ese torbellino arrasaba con todo a su paso. Puede llegar a ser muy frustrante.

¿Qué me pasa? No entiendo nada. Ésta no soy yo. No sé qué hacer. Mi cabeza y mi lógica me guían hacia un lado, pero mis emociones me empujan hacia el contrario. Nunca antes me había sentido así, yo no suelo reaccionar así. Esto no es propio de mí. Parezco otra persona.

Y podría seguir… ¿resuenan en ti estas frases?

Voy a contarte algo que poca gente sabe.

Un gran emperador chino reunió en un conclave a todos sus sabios. “Necesito que descubráis una fórmula útil ante cualquier dolor.” Los sabios se miraron entre sí. Era una misión imposible. Después de trabajar en ello días y meses, por fin se pusieron todos de acuerdo. El portavoz se presentó en la sala del trono y dirigiéndose al emperador le hizo saber que tenía una respuesta. “Estoy impaciente. Decidme”, exclamó el soberano. “Esto también pasará”, dijo simplemente el sabio y, haciendo una reverencia, giró sobre sus pies y abandonó el salón.

Busquets

También esto pasará

Cuando no conocemos nuestro mundo interior, cuando no nos hemos explorado lo suficiente, y no hemos buceado en nuestra historia y en nuestra evolución, nuestro “yo” se basa en un personaje, y nuestra historia es una leyenda. Nos creamos una personalidad en base a lo que nuestra familia espera de nosotros, en base a lo que la sociedad nos dicta, en base a lo que creemos que debería ser. Pasamos años elaborando un cuento en el que, el protagonista (nosotros), es capaz de predecir los acontecimientos basándose en la evolución natural de su historia. Pero… ojo, por muy creíble y lógica que suene esa historia… no es real.

Es una invención. Necesaria, pero irreal. ¿Y qué pasa cuando, de repente, nos topamos con una situación que rompe todos nuestros esquemas, tan lógicamente elaborados? Nuestro mundo se desmorona. Nada tiene sentido. Las pautas seguidas durante tanto tiempo ya no son válidas. Y es cuando nos vemos obligados a mirar hacia dentro, y a reelaborar nuestro sistema de creencias y emociones, esta vez cimentado en nuestra verdadera historia, en nuestro verdadero yo.

Puede sonar fácil. Te chocas contra un muro, el vehículo que te ha transportado durante tantos años se rompe, y tienes que construirte uno nuevo y más sólido. Listo.

La realidad es mucho más compleja. En la mayoría de ocasiones nos aterra la verdad de nosotros. Nos abruma nuestro mundo emocional. Pero, ¿por qué nos dan miedo las emociones? Los motivos son varios:

~

Creemos que nos producirán dolor y que no seremos capaces de soportarlo.

Buda decía: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. No podemos escondernos, por mucho que lo queramos, de los hechos que nos acontecen sin que tengamos control sobre ellos (accidentes, enfermedades de seres queridos, pérdidas, rupturas inesperadas, despidos…). Si retenemos el dolor, escondiéndolo o, por el contrario, recreándonos en él, se convertirá en sufrimiento. La única forma de superar el dolor es atravesándolo. Hace daño, mucho daño, pero luego baja en intensidad y con el tiempo, pasa.

~

Nos harán sentir malos, débiles, tontos o diferentes a los demás, o demasiado iguales a alguien que no nos gusta.

Es una de las confesiones más oída en consulta cuando la persona decide abrirse por fin. No queremos sentir lo que implica sentir. La construcción de nuestro personaje, que tan arduamente hemos cimentado, se resquebraja ante la experimentación de ciertas emociones. No sabemos cómo sobrevivir a ello.

~

Nos hará sentir culpables por sentir cosas que no deberíamos sentir en contextos temporales vitales que estamos atravesando.

No sentir protege. Si conectamos, quizá tomemos conciencia de lo que necesitamos, y eso puede llevarnos a entrar en un dilema, ya que nos haría tomar decisiones que pueden alejarse de aquello que es coherente con la definición de nosotros mismos.

Inhibiendo las emociones, tal vez tendremos control durante un tiempo, pero el peso de tenerlas encerradas nos pasará factura, ya que al ser un sistema orientador, regulador y productor de significados perderemos en claridad y poder personal (Greenberg y Elliot, 1993).

Es posible que estés atravesando un proceso de cambio que está bloqueado ante una emoción que no entiendes, no expresas, o no reconoces si la expresas. Si es tu caso, es ahora cuando debes comenzar un proceso terapéutico que te ayude a desbloquearte, que te ayude a reconstruir esa imagen de ti, pero esta vez basada en tu historia real y en tu yo real, no en una leyenda basada en creencias y valores impuestos.

Ahora es el momento. No lo dejes escapar. No permites que la bola de nieve siga creciendo y te entierre. Escríbeme y trabajaremos juntas/os en tu proceso de construcción y avance.

info@anacruzpsicologia.es

Contáctame Online

Ana Cruz

Psicóloga Sexóloga

Yo te ayudaré. Disfrutar de una vida emocional y sexual plena…
¿Te imaginas que lo consigues?

También te puede interesar…

¿Tienes dudas?

Contacta conmigo rellenando el cuestionario y te resolveré encantada todas las preguntas que te hayan podido surgir

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.