En la era de la tecnología, del sexo a golpe de Tinder o Grindr, del individualismo… la fidelidad se ha convertido, sin lugar a dudas, en un acto de voluntad, de razonamiento, de esfuerzo. Ser fiel ya no es la norma. Debemos renunciar al placer inmediato para lograr mantener el vínculo con nuestra pareja, para no romper ese acuerdo no escrito de compromiso y exclusividad. Porque, a pesar del poliamor, las relaciones abiertas, (temas que abordaremos en otro post) y la multitud de modelos de parejas y familias que existen y se aceptan hoy en día, si tú y tu pareja habéis establecido una relación en la que la exclusividad amorosa/sexual es primordial, entonces la infidelidad de uno de los dos puede suponer un punto de inflexión, o un punto y final.

La infidelidad es una de las primeras causas de divorcio, no solamente en nuestra cultura occidental sino en otras muchas culturas estudiadas. Puede causar en el “traicionado” cuadros de ansiedad y desencadenar ataques de furia y sentimientos de humillación y culpa, entre otros síntomas. También puede asociarse a cuadros de depresión mayor y trastornos de ansiedad (Cano y Leary, 2000).

Decirte que no todas las parejas en las que se da una infidelidad se separan, algunas de ellas se reconcilian y continúan su relación superando el problema. El proceso de reajuste y perdón no es fácil, y muchas veces es necesaria la intervención de un profesional para facilitar el proceso. Y para ello estoy aquí, para ayudaros a superar este conflicto.

Pero antes, déjame darte algunas claves para ayudarte en el proceso de toma de decisión.

Puede sonar a tópico, pero posiblemente no tiene el mismo valor para ti una infidelidad “emocional” que una “sexual”. O no pesa igual si esa traición ha sido esporádica y puntual, que si se ha mantenido a lo largo de un tiempo… Por eso, en terapia analizaremos el tipo de infidelidad a la que nos enfrentamos para encontrar así los objetivos que nos ayudarán a superar el conflicto.

Es normal que si has descubierto a tu pareja manteniendo una relación con un/a tercero/a experimentes emociones como tristeza, ira, humillación, vergüenza… y sientas que has perdido la confianza en tu pareja. Pero además de esto, trabajaremos también en posibles distorsiones cognitivas asociadas, como pensamientos negativos que te devalúan a ti mismo/a: “no sirvo para estar en pareja”, “no he estado a la altura y por eso me han traicionado”, “si me han engañado, no valgo nada”, “soy un fracaso”…

Este será uno de nuestros principales objetivos. Numerosos profesionales aseguran que la infidelidad solamente es la punta del iceberg. Una relación deteriorada puede desembocar en engaño y traición y, a pesar de ser un hecho sumamente doloroso, no hay que considerar la situación como catastrófica, si no que es posible luchar para encontrar la raíz del conflicto y, así, poder trabajar en los motivos que nos han llevado hasta este punto.

Existen ciertas creencias y mitos en torno a la infidelidad que tendremos que desmitificar, ya que alimentan errores y distorsiones que te afectan tanto a ti como a tu pareja. Algunos de ellos: el sexo es la razón de toda infidelidad, si ha sido infiel una vez lo volverá a ser, se perdona todo menos una infidelidad…

Aunque perdonar no es olvidar, si tu pareja es capaz de trabajar por y para vuestra relación, llegará el momento en el que podrás “entender” a tu pareja, siempre que ambos actuéis con madurez, disponibilidad y sepáis comunicar, confrontar y escuchar el “por qué” ocurrieron las cosas y no sólo el “cómo” ocurrieron.

De ser así, muy probablemente, la infidelidad podrá tener consecuencias positivas, reafirmando la relación, mejorando el autoconocimiento y el conocimiento del otro y elevando la autoestima, entre otras.

Y como os he mencionado antes, todo este duro proceso podréis llevarlo a cabo con éxito acompañados/as de mi asesoramiento. Pide cita ya y empieza a reconstruir tu relación de una forma sana y satisfactoria.