-Ayer tenía una cita con ella, la chica que conocí en la tienda, pero la anulé…

-¿Qué dices? ¿Por qué? ¡Si tenías muchísimas ganas de quedar con ella, Laia!

-Lo sé, y las sigo teniendo… pero me encontraba mal.

-¿Qué pasó?

-No sé, un par de horas antes empecé a sentir el estómago revuelto y un poco de mareo… Me daba miedo aparecer así de mal en la cita, así que la llamé y nada, cancelamos el plan. Un rato después se me pasó. Espero que quiera quedar conmigo otro día…

En numerosas ocasiones me encuentro con personas que se ven envueltas en este tipo de dinámicas. En ciertos casos, las circunstancias realmente no le favorecen; sin embargo, en la mayoría de ocasiones el principal obstáculo es la propia persona, la cual por miedo a los futuros cambios cae presa del autosabotaje.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Sabes en qué consiste esto del autosabotaje?

El autosabotaje y todas aquellas conductas que están relacionadas con él, son actos inconscientes que aparecen en los momentos que pueden suponer un gran cambio en tu vida, sea del tipo que sea. Estas conductas tienden a obstaculizar la consecución de tus metas o logros mediante “auto-manipulaciones” inconscientes.

El objetivo del autosabotaje es mantenerte dentro de tu zona de confort, dentro de la cual todo es fácil o, al menos, previsible. En tu zona de confort sientes que tienes el control. El autosabotaje es también un tipo de mecanismo de defensa inconsciente a través del cual intentas evitar posibles sufrimientos futuros, situaciones de estrés o situaciones desconocidas.

Una parte de ti, tu “cara A”, desea explorar, avanzar, mejorar. Esa parte de ti es arriesgada y se siente motivada, está segura de que puede conseguir lo que se proponga y quiere ir a por ello, asumiendo los contratiempos y los miedos. Pero… hay otra parte dentro de ti, más prudente, con más miedo, con angustia. Esta otra parte no quiere que sufras, no quiere que te decepciones o que lo pases mal. Y cree que la mejor forma de evitarte ese posible sufrimiento es reteniéndote dentro de tu zona cómoda, dentro de la rutina y la estabilidad. Si no te arriesgas, nada malo puede pasarte. Y esta “cara B” de ti tiene muchas herramientas de retención, todas relacionadas con el autosabotaje. El sabotaje a tu “cara A”.

Existen una gran cantidad de posibles causas del autosabotaje. Teniendo en cuenta estas causas, te será más fácil poder evitarlas y así conseguir más fácilmente aquello que te propongas. Estas causas pueden ser:

• Tener problemas para priorizar los objetivos.
• Falta de autocontrol.
• Falta de motivación o altas presiones durante la infancia.
• No saber realmente qué es lo que se quiere conseguir.
• Baja autoestima.
• Falta de seguridad en uno mismo.
• Creencias limitantes de que la persona no merece el propio éxito.
• Objetivos impuestos por terceros.
• Temor al fracaso.
• Temor al cambio y salir de la zona de confort.
• Conflictos internos.
• Temor a no estar a la altura de las expectativas de los otros.

El autosabotaje es una manifestación de todos aquellos aspectos que no consigues aceptar de ti misma, todas aquellas creencias basadas en miedos y que, a lo largo del tiempo, a fuerza de no ser confrontadas, han ganado peso y poder dentro de ti.

Por lo tanto, estos pensamientos obsesivos y comportamientos dañinos son solamente un síntoma de que existe algo en lo profundo del pensamiento que debe ser examinado. Aunque en muchas ocasiones el hurgar en estos pensamientos no resulte agradable, esta evaluación de uno mismo puede ser una oportunidad para avanzar y para aprender a afrontar cualquier situación futura que se le presente.

Estas conductas “autosaboteadoras” aparecen sobre todo ante situaciones que implican una gran responsabilidad o cuando debes tomar una decisión importante la cual implicará algún tipo de cambio en tu vida.

Los síntomas o manifestaciones que es posible que experimentes cuando te autosaboteas incluyen:

• Miedo intenso.
• Inseguridad.
• Sensación de falta de control.
• Recelo de uno mismo o falta de autoconfianza.

Lo más importante a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de eventualidad o transformación no es esquivar o rehuir este miedo, sino ser consciente de él y actuar de manera consecuente, sin dejar que éste invada nuestra mente.

Cuando empiezas a tomar consciencia tanto de tus miedos como de tus propias creencias, en muchos casos irracionales, es mucho más sencillo elegir las decisiones más acertadas y evitar llevar a cabo acciones saboteadoras que detengan u obstruyan tus aspiraciones.

Estoy convencida de que has sentido esto alguna vez. De que te has saboteado de alguna manera. Retrasando proyectos que tenías en mente, poniéndote excusas para no dar ese paso que deseas pero que tanto miedo te da, alargando el momento de tomar esa decisión que llevas tanto tiempo teniendo en mente… ¿qué es lo que te frena en realidad? ¿Son las circunstancias, o eres tú misma?

Escríbeme y cuéntame tu situación. Podremos trabajar juntas en explorar el verdadero motivo que te bloquea, y si te estás saboteando, te daré las herramientas para que lo descubras y seas capaz de superarlo. Es tu momento, no lo pienses más.